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Mostrando entradas de 2011

El Tiempo en Maletines Grises

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Nos roban el tiempo. ¿No lo habéis notado? En pequeñas dosis, sólo un poco cada vez -para que no nos demos cuenta-, pero un día tras otro, indefectiblemente. Nos roban unas cuántas páginas de un libro, el placer de sentir unos segundos más la tibieza del sol cada mañana, un sorbo del café del desayuno, los compases finales de la canción del chelista de la calle Arenal, el último beso antes de una despedida. Nos roban todo eso y se lo llevan en sus maletines grises. Voy en un metro que aunque nunca espera cuando soy yo quien va en su busca, permanece después, sin embargo, largo tiempo detenido en cada estación, aletargado e inmóvil, como un animal inquietante instantes antes de dar caza a su presa. Nadie sube, nadie baja, nadie ni nada se mueve. Habito en una Pompeya de plástico, artificialmente iluminada, donde mis congéneres -sus cuerpos, sus caras, sus manos- ya no son más que instantes detenidos, una radiografía fósil de un aquí-y-un-ahora atrapados bajo un manto d

Música Insólita: Crónica del Festival de Instrumentos e Intérpretes Insólitos

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El sábado entré en el teatro, lo confieso, con una actitud cercana al escepticismo y, sin embargo, salí con el brillo en los ojos de quien acaba de desempolvar, de rescatar a golpe de ooohhhs y de aaaahhhs , un ya casi olvidado sentimiento de sorpresa, que huele a chucherías, a tiza de colegio y a vela de cumpleaños de un sólo dígito con la que celebramos esa edad en la que el ser humano aún es capaz de ilusionarse.   Comentaba con un amigo a la salida del concierto que a estos dos checos insólitos les sentaba mejor la M de magos que la de músicos. Sólo tenéis que echar un vistazo a la foto de Alexander Zoltan, el tocador de copas, el genio del arpa de cristal, para entender a lo que me refiero. Como un prestidigitador tras su mesa de operaciones, Alexander movía las manos mojadas en una asombrosa coreografía, al mismo tiempo que hacía brotar del delicado cristal de unas copas dispuestas en hilera, melodías de agua ( Moldavia , de Smetana -mi favorita- o la BSO de T

Stradivarius de Chamberí

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Aún estoy atónita. Atravesando una calle del castizo barrio de Chamberí, me tropiezo con la siguiente escena: De frente a mí, por la misma acera, una mujer de mediana edad y visiblemente buena posición, camina en compañía de sus hijos pequeños. A un lado de la calle, próximo ya a la carretera y fuera de la hilera que forman las farolas y el resto de los ejemplares de su especie, sale a nuestro encuentro un majestuoso gigante callejero: Un árbol frondoso, inmenso, de los que, emulando las poses de los aguerridos activistas de Green Peace, dan irremediablemente ganas de abrazar. Un árbol espléndido, con la corteza surcada de años de paciente e inmóvil existencia contemplativa y cuyas raíces sinuosas, lejos de contentarse con el mísero cuadrilátero que, libre de adoquines, les ha sido pulcramente asignado, se extienden con deliciosa rebeldía, conquistando el espacio que antaño les perteneciera -pues él, el árbol con sus raíces, estaba ahí antes que nosotros, antes que los ad

Los Domingos al Sol

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Los domingos soleados hacen maravillas… Hoy, que la palabra crisis es invitada de honor en sobremesas, convites y telediarios; hoy que, a nuestros casi 30 años, somos demasiado mayores para fantasear con un futuro intacto salpicado de esperanzadores “todavías”, pero demasiado jóvenes para confortarnos pronunciando el resignado adverbio “ya”, propio de quien cree haber luchado lo suficiente; hoy que los mismos hombres grises que atormentaban a Michel Ende se han instalado en nuestras ciudades y van llenando, discreta pero inexorablemente, sus despensas con nuestro tiempo; hoy que cualquier gesto de rebeldía o inconformismo es sepultado bajo la hegemonía incontestable de las leyes de la economía y el mercado; hoy, que hay más mercaderes de sueños que soñadores con dinero para comprarlos… Hoy, sin embargo, es domingo, luce el sol y, tumbados bajo las ramas de un árbol cualquiera del Retiro, la felicidad parece algo inevitable.   Lo más curioso es que este dulce ag