Entradas

Mostrando entradas de abril, 2018

FINISTERRE

Imagen
No termina de llegar este año la primavera. Abril la está regando y acicalando sin prisa para que, cuando estemos ya a punto de perder toda esperanza, se nos aparezca tardía pero extasiante, como esas vírgenes barrocas que salen, al fin, en procesión tras la tormenta.   Dentro de unos días, como a la tierra, a mí también me nacerá una primavera. Me brotará de dentro, como un tallo que germina en un magma misterioso y que despuntará después, jugoso y fresco. Tendrá nombre de mujer. Mientras escribo estas líneas, la primavera aletea dentro de mí, anunciando su presencia de pétalos, abejas y pájaros, elixir condensado de vida. Fantaseo con que estos últimos fríos no han sido más que un guiño, un afán de sincronía: la tierra me espera para que nuestras primaveras lleguen la vez. ¡Pero yo nunca he parido una primavera! Tampoco un otoño de piel ocre y sabor a membrillo, ni un verano que oliera a espuma de ola y a cadencia pesante y calurosa de jazz -summ